Vitácora de Navegación 4: Canción triste de un invierno alegre

"Octubre 4:

Muchas vidas se ha llevado este traicionero mar. Malo, pero también debo reconocer que sin el, ya no podríamos conocer nuevos mundos.

Sobre mi hermana, bueno, los bárbaros detrás de todo esto, yacen en las profundidades del suelo, y sin embargo me atacan con su mortal espada los infames caballeros de la desesperación y la pena.

Hoy es un día de libertad en la tripulación, por lo que decidí quedarme solo. Sirve para no pensar tanto.

Además, uno con los años comienza a experimentar dolencias de otro tipo. Cosas de zorro de mar. Juro que cuando lleguemos a casa, Hâssel, Bernardo y Saide tendrán los doblones suficientes para comprarse una casa".

-¿Quién osa interrumpir el descanso del capitán?-.

-No se haga el imbécil, sabe perfectamente que este día llegaría-.

-Ahhhh, eres tu. Veo que te hicieron Capitana. Felicitaciones-.

-Os agradezco. Te preguntarás por qué estamos invadiendo sin permiso tu barco, ¿no?-.

-La verdad, no. Pero si tiene relación con el mal parido hijo de su Majestad...-

-¡Silencio!, Sabes muy bien que yo tampoco lo soporto como jefe de Marina, pero debo seguir sus órdenes. Por encargo de la Real Jefatura de Marina, queda usted arrestado...-