Chanchitos Felices habrá, pero hoy voy de una forma distinta

 Normalmente haría lo de siempre, pero lo ocurrido anoche en El Festival de Viña Del Mar requiere ser diferente. No les miento. Mientras estaba viendo a Miranda!, estaba dando vueltas a lo que sería este comentario y como llevarlo a lo que siempre hago. La verdad, no hay forma de llevarlo a esa zona. Eso sí les recuerdo: No hay evaluaciones ni a obertura, ni a competencia. Y Las notas van de Uno a Tres Chanchitos Felices, donde el mínimo es uno y el máximo es tres.

La velada comenzó con el espectáculo de fama mundial de Andrea Bocelli. ¿Hemos tenido espectáculos de calidad antes? Si. ¿Cómo el de anoche? Pocos. Una gran puesta en escena. 115 músicos, dos bailarines, artistas invitados, su hijo, el respeto, el sonido como pocas veces se había escuchado en el certamen. Fue increíble. Y la gente como nunca antes estuvo con él y no querían que ese oasis desapareciera. Si bien es cierto eso fue bonito, horas antes ya se vislumbraba lo que pasaría. El Monster (no nos auspicia ninguna marca energética) despertó. Tengo entendido que en comerciales se intentó por todos los medios de explicar el motivo de porqué no había Gaviota de Platino para Bocelli, sin éxito. De vuelta de comerciales, se intentó otra vez la calma para lo que venía, sin un éxito. ¡Guarden esas antorchas! Sé que es difícil pararse en esas situaciones y que no tendría como ponerme en esos zapatos. Sólo relato lo que se vio y como se sintió. ¿Por qué estoy contando esto? Bueno, fue el coro de lo que vino después.

Dejando de lado el mini antecedente de su rutina en un festival local, ya con una rutina exitosa hace 4 años atrás, Javiera Contador volvía al escenario con la difícil misión de hacer reír. Lo más sensato para explicarlo sería "La Mezcla para La Tormenta Perfecta y Menos Mal que No Se Hundió". Partió con el público en contra (no por ella al principio. Seamos honestos), lo que se tradujo en un nerviosismo de parte de ella. Luego intentó presentar la rutina, con el coro sinfónico de pifias más los aplausos de los que sí querían verla. El nerviosismo pasó a inseguridad, lo que impactó en la forma de presentar la rutina. Hubo, eso sí, muchos momentos donde las historias no conectaban con muchos, como sí pasó hace 4 años. Ahora el concierto de pifias sí iba a ella, mezclado con los aplausos. Leí horas después de que, en los últimos 10 años, la rutina de ayer fue la más corta de las mujeres que estuvieron en el Festival, pero aún así fueron 35 minutos. Parte del cierre de la rutina era la sorpresa de Los Larraín (si usted es de otro país y cuando dijeron Casados Con Hijos no entendió porqué no estaba Francella, no se preocupe. Es la versión chilena y donde Contador interpretó a la mamá del grupo) y ese fue el momento donde hubo el salve. Malas noches van a existir siempre. Gente que anda en otra, la rutina no pudo ser la correcta, si. Pero eso no define a la persona ni mucho menos a la trayectoria. Hubo en el pasado gente que se fue entre un tsunami de pifias y años después vuelven y logran el oro. De seguro Javiera saldrá de las cenizas.

Final de fiesta fue para Miranda! (Si. Soy viejo. Por eso los escribo así). La última vez que estuvieron eran un trío y ahora son un dúo. La trayectoria se notó. Canciones que la gente y no sólo sus fans conocían, algo con voces grabadas que no se sintieron mal. Una invitada de peso en un tema como lo fue Francisca Valenzuela. Las gaviotas bien ganadas. Y bueno, la gente que conocía al grupo estaba expectantes a si pasaba o no lo de presentaciones anteriores. Como Lolo ya no es parte del grupo, para no tener problemas, cuando cantan Don y llegan a la parte donde hacían mención al guitarrista, no lo mencionaban. ¿Cómo lo resolvieron ayer? Cuando Sergi dice "Es un solo. Es la guitarra de Lo..." se calla y suena una explosión. Y donaron las chaquetas para remate para la ayuda.

 Me despido por hoy. No seré el tipo que hará hoy una masacre. La nota de la noche que creo es la más justa es: Dos y Medio Chanchitos Felices. Save The Whales!

:8) :8) :8